El Milagro de la Virgen de la Inmaculada Concepción y Cueva en Tehuacán: Cada 8 de diciembre en Tehuacán se celebra la aparición de la Virgen de la Concepción en una cueva ubicada en San Diego Chalma, pero cómo surge esta tradición que al paso del tiempo se ha convertido en una de las celebraciones religiosas más importantes.
La historia comienza con la evangelización de México a principios del siglo XVI, cuando Fray Toribio de Benavente, una de las figuras más representativas de los primeros años de “La Conquista” y artífice de las primeras estrategias de evangelización en América, visitó Tehuacán.
Uno de sus principales objetivos era convertir a los indios del valle a la religión cristiana, pero encontró en Tehuacán una resistencia singular que aunque pacífica era constante, ya que nuestros naturales se negaban a abandonar sus arraigadas creencias, vistas por la iglesia católica como “prácticas paganas”.
Fray Toribio reconoció la mansedumbre de los indios de Tehuacán que en nada se parecían a los bravos guerreros de otras regiones de México y de América, inclusive se dice que el fraile se había ganado la confianza de los naturales y que era llamado por ellos “Motolinía” debido a su vida austera, (es decir que vivía en la pobreza) sin embargo esto no impedía que regañara, castigara y golpeara a los nativos, que frente a todos sus esfuerzos rechazaban por la vía pacífica la labor evangelizadora de Benavente.
Los meses transcurrieron y la misión del fraile no avanzaba así que echando mano de toda su creatividad ideó un plan maestro: Identificó los lugares donde los indios realizaban sus ceremonias religiosas y encontró uno que al parecer generaba gran concurrencia:
Se trataba de una cueva en las faldas del Cerro Colorado, lugar donde se rendía culto a alguna de las deidades “paganas” más populares, así que en la noche Motolinía y sus ayudantes observaron el ritual, esperaron escondidos hasta que estuvieron seguros de que todos los indios se habían marchado y cuando por fin la cueva quedó sin un alma, los frailes aprovecharon para hacer un tallado sobre las piedras de la cueva, asemejando la figura de una virgen.
Cuál sería la sorpresa de los indios al regresar a su templo y encontrar esta imagen, era una virgen ¡grabada en la piedra! Sin duda la aparición causó conmoción y alertaron sobre la noticia a los pueblos vecinos que acudieron inmediatamente junto con los frailes, quienes mostraron la misma sorpresa, elevando el suceso a nivel de milagro notificando a las autoridades de la Nueva España.
En el momento Fray Toribio de Benavente logró convertir a una buena parte de los “paganos” al cristianismo, pero existieron otros factores en el éxito de la evangelización, por ejemplo el claro dominio de España en América y por ende que el catolicismo iba en aumento, desplazando a las religiones autóctonas que además estaban prohibidas so pena de castigo, tortura y hasta de muerte.
Los indios tenían que cuestionarse ¿valía la pena morir por la adoración de dioses que no los protegían de los evangelizadores ni de la espada española que a diario los castigaba? Sin duda era mejor para ellos creer en el milagro.
Después de este relativo éxito Motolinía continuó con su viaje por toda la Nueva España, pero nos dejó la herencia de la Virgen de la Inmaculada Concepción y Cueva de Tehuacán, que fue el primer nombre oficial que tuvo nuestra Ciudad y posteriormente sería el nombre de la Parroquia, construida en 1724 y que desde entonces cada 8 de diciembre abre sus puertas para celebrar el milagro de esta Virgen que representa el primer milagro diseñado que unió a los tehuacaneros.
Conoce lo que estás celebrando.
