El Terremoto de El Calvario: Tehuacán es un lugar donde los fenómenos telúricos se presentan con cierta regularidad, sin embargo pocos han causado estragos como los del ocurrido el 3 de octubre de 1864:
Se dice que el temblor ocurrió de madrugada y que antes de que empezara un estruendo proveniente de la tierra dejó pasmados a los tehuacaneros, pero cuando se sintieron las primeras sacudidas se dice que aún en plena madrugada, el cielo se iluminó.
El terremoto duró más de dos minutos y causó daños importantes en algunos de los edificios más representativos de nuestra ciudad, como «La Parroquia» que sufrió la caída de una de sus torres, el edificio del Ayuntamiento también resultó afectado con la pérdida de uno de sus muros, la iglesia de El Carmen cuya estructura principal se desplomó, San Francisco con el derrumbe de tres paredones externos o muros perimetrales y la más evidente: El Calvario cuya condición fue de pérdida total y que desde ese tiempo quedó en ruinas.
Además de los estragos de los edificios históricos quedó el daño de muchas casas construidas con adobe que quedaron en precarias condiciones. El lector podrá imaginarse el escenario desolador que dejó el terremoto de 1864, con los tehuacaneros temerosos de entrar a sus hogares, pernoctando en sitios públicos buscando una explicación a este acontecimiento, sin embargo 150 años después sabemos que estamos en un país con una elevada actividad sísmica, de modo que tenemos que estar preparados para afrontar los fenómenos de la naturaleza.