Vivimos en la auto-denominada sociedad del conocimiento donde la información fluye rápidamente, de tal manera que existe una gran cantidad de contenido pero de cada 1,000 blogs que se crean al paso de un año sólo sobrevive uno.
Esto se debe a una pésima estrategia que han adoptado muchas empresas de «marketing online», donde apuestan a la periodicidad de la publicación, muchas veces siendo repetitivos y sacrificando la calidad, misma que es el único factor para transformar visitas en fidelidad y de la fidelidad pasar a una posible conversión.
Las mencionadas estrategias son un abuso y caen frecuentemente en la sobre-exposición creando hastío en el target; estas tendencias de contenido con cantidad poco a poco quedan en el olvido como en el caso de latinoamérica donde nos vamos olvidando los aburridos «10 tips para hacer cualquier cosa», que lejos de enganchar a la audiencia hoy son genuinos repelentes de auditorios electrónicos.
En la pasada edición de Google I/O aprendimos de primera mano que frente a todo este contenido basura, el algoritmo maestro de las arañas del gigante informático valora tres factores fundamentales:
- Contenido original, se basa en un análisis del número de palabras repetidas en una url así como en la distancia o cantidad de caracteres entre una y otra, de esta manera aunque «parafrasees» (nombre elegante para plagio) hoy Google te atrapa con relativa facilidad, poniendo a tu sitio como «no relevante».
- Correcta estructura, ya sabes, tener un gestor automatizado de sintaxis, con url’s separadas en las palabras clave por guiones bajos o guiones medios, enlaces 100% funcionales, etiquetado con meta-tags con incidencia en los encabezados de las sub-páginas y sobre todo, las co-relaciones entre el contenido de tal manera que la navegación resulte lo más intuitiva posible aumentando el tiempo de permanencia del usuario.
- Y el más importante, los enlaces de sitios relevantes hacia tu contenido. Olvídate de andar diseminando tus url’s, recuerda que esto también se tipifica como spam, en vez de ello pon el cerebro a trabajar para ofrecer contenido con calidad, éste es el único que se propaga en cuestión de minutos si la alineación con tu target es la correcta.
Hoy en día Google dedica una buena parte de su infraestructura en la evaluación cualitativa de tus artículos, tips, consejos y todo aquel impacto que envíes a tu auditorio, recuerda que año con año el tiempo promedio de navegación aumenta, esto simplemente no se lograría si se premiara el contenido chafa.
Por ende es importante que pongas tus cinco sentidos cada que realices una publicación, pues existe un algoritmo secundario que muchos desconocen, que mide la capacidad de enganche con tus lectores y funciona de la siguiente manera:
El usuario publica el contenido, a través de las arañas se rastrea cuántas personas vieron y cuántas compartieron el mismo, de este modo se obtiene una métrica que bien podríamos decir que señala la capacidad que tienes para enganchar a tus lectores. A menor share, menor rank, de este modo puedes subir o bajar en las listas orgánicas del buscador más poderoso del mundo.
Sin duda, en esta sociedad del conocimiento vale la pena quitarle rollo y meterle más calidad que cantidad.